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DÍA MUNDIAL CONTRA LA OBESIDAD

Personas con obesidad tienen alternativas para mejorar su calidad de vida

Las personas que en algún momento han tenido sobrepeso o que han llegado a padecer obesidad, conocen los retos y tropiezos que supone perder peso de forma sostenida. Distintas alternativas están disponibles en el mercado y ofertas milagrosas surgen a diario prometiendo una pérdida acelerada de kilos sin mayor esfuerzo, algunas de éstas incluso a expensas de la salud de las personas y sin la debida validación de especialistas médicos.

Para generar conciencia y sensibilizar a la población sobre la necesidad de adopción de medidas para prevenir y tratar el sobrepeso y la obesidad, cada 12 de noviembre se celebra en todo el planeta el Día Mundial contra la Obesidad, tema que cobra especial relevancia, considerando que, según estadísticas de la Organización Mundial de la Salud, la obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial, y cada año mueren, como mínimo, 2,8 millones de personas a causa de esta enfermedad.

Según los últimos censos de Salud Preventiva que maneja la Caja de Seguro Social (CSS) se ha determinado que más del 50% de la población en Panamá tiene sobrepeso u obesidad, y alrededor del 25% está dentro del rango de obesidad mórbida, cifras que no escapan a las estadísticas globales.

La obesidad y el sobrepeso son los principales factores de riesgo de enfermedades crónicas como las cardiovasculares (hipertensión, cardiopatías y accidentes cerebrovasculares); la diabetes; los trastornos del aparato locomotor (osteoartritis), y algunos tipos de cáncer (endometrio, mama, ovarios, próstata, hígado, vesícula biliar, riñones y colon).

Adicionalmente, el exceso de peso tiene efectos colaterales que impactan la calidad de vida de las personas, como es el caso de la depresión, las discapacidades físicas, los problemas sexuales, el aislamiento social y un menor rendimiento en el trabajo.

Cambio de Hábitos: un tema de conciencia

Para hacer frente a la obesidad es necesario tomar medidas y cambiar los hábitos de vida. Esto supone una responsabilidad individual importante, pero también requiere del apoyo y guía de profesionales de la salud.

Dentro de los cambios de hábitos más comunes que contribuyen a la pérdida saludable de peso están:

  • Limitar la ingesta energética procedente de la cantidad de grasa total y de azúcares.
  • Aumentar el consumo de frutas y verduras, así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos.
  • Realizar una actividad física periódica (60 minutos diarios para los jóvenes y 150 minutos semanales para los adultos).