Este año, el panorama fiscal está experimentando cambios vertiginosos, y nuevos desafíos surgen en material fiscal. Uno de ellos es la aplicación del impuesto mínimo global (“IMG”) para multinacionales, promovido por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Este impuesto establece un gravamen del 15% sobre los ingresos brutos generados por las corporaciones internacionales en cada país donde operan. Una medida que se aplica a grupos de empresas multinacionales (“EMN”) con ingresos equivalentes o superiores a EUR 750,000,000.00. Este tema es de interés nacional debido a su repercusión en el nivel de competitividad del país y a su alineación con el cumplimiento de los estándares internacionales.
Es importante mencionar que este cambio altera significativamente el sistema de tributación de las empresas multinacionales, ya que busca evitar que las compañías concentren los pagos de sus tributos en unos pocos países, garantizando que cada gobierno reciba los ingresos correspondientes a la actividad de cada firma dentro de sus fronteras, mejorando así la recaudación pública a nivel global.
La implementación del IMG ya inició entre los países de la Unión Europea, por lo que se prevé la posibilidad de que Panamá, como miembro del Marco Inclusivo sobre BEPS, siga la misma ruta.
Adrián Villalobos, Staff de Impuestos en EY Panamá, expresa: “Panamá, como miembro pleno de la OCDE, ha mantenido un compromiso importante con estándares internacionales. La adaptación de la legislación nacional para el IMG representa un desafío en los próximos meses. Al mismo tiempo, es crucial revisar las regulaciones fiscales para preservar su atractivo como destino de inversiones.»
Implicaciones. El experto detalla algunos de los casos en los que el Impuesto Mínimo Global puede repercutir en las empresas:
- En Panamá, una EMN bajo el régimen fiscal ordinario paga un 25% de impuesto sobre la renta neta gravable, mientras que, bajo el régimen de Sede de Empresa Multinacional, la tarifa es del 5%, con otros regímenes especiales ofreciendo incentivos fiscales. El IMG podría impactar estos regímenes, ya que Panamá podría ser vista como una jurisdicción de baja imposición. Para cumplir con el Impuesto Mínimo Global, podría ser necesario un impuesto complementario que eleve la tarifa efectiva al mínimo del 15%.
- El impuesto mínimo global propone un impuesto adicional que ayudaría a recaudar más dinero para el gobierno de Panamá, lo que podría mejorar la administración y el desarrollo del país.
- El Impuesto Mínimo Global representa un reto para el país y su modelo de atracción de inversiones, puesto que el mismo podría afectar de forma significativa los incentivos relacionados con las exenciones del Impuesto sobre la Renta que se otorgan a los beneficiarios del Régimen de Zona Franca.
- Para mantener el atractivo para el establecimiento de empresas extranjeras al aplicar este impuesto, se podría considerar simplificar los procedimientos administrativos y ofrecer otros incentivos fiscales, como el impuesto sobre la renta.
Desde esta perspectiva surge una oportunidad para Panamá, que debe enfocarse en establecer un modelo innovador de beneficios e incentivos que cumpla con los estándares internacionales, y al mismo tiempo garantice una carga tributaria mínima efectiva para las empresas que invierten o reinvierten en el país, para seguir compitiendo exitosamente en el competitivo escenario internacional, priorizando la atracción de inversión extranjera directa.